Otra vez en la Liga Regional de Río Cuarto una agresión hacia un árbitro es una magra realidad. A los 18 minutos del primer tiempo debió suspenderse el encuentro entre Atlético San Basilio y Deportivo Río Cuarto por un golpe al árbitro del partido, Carlos Boccolini, por parte de Martín Morales, defensor del “canario”. Al juez debieron realizarle dos puntos de sutura en el ojo izquierdo por el golpe que le propinó Morales.
El hecho se suma a lo sucedido hace un par de fechas cuando en Adelia María Germán Guaschino, arquero de Ateneo Vecinos, agredió también a Carlos Boccolini en la 15° fecha del Apertura. Y más cerca en el tiempo está lo que ocurrió en cancha de Banda Norte cuando Gerardo Bertorello le pegó a Jorge Benítez en el partido entre Banda Norte y Lutgardis Riveros por la tercera fecha del torneo Clausura.
Tres casos de agresiones de jugadores hacia los árbitros en una sola temporada es demasiado y las lecturas que se pueden realizar en estos hechos son varias. Desde la violencia social manifestada en eventos deportivos hasta la falta de capacidad de los jueces para llevar adelante un partido. Pero sin lugar a dudas que estos sucesos prolíferos de violencia por los protagonistas del fútbol regional deben ser repudiados hasta lograr su erradicación.
Redacción Al Toque