Mucho se dirá tras el empate en dos tantos por bando que protagonizó en la noche del viernes Asociación Atlética Estudiantes ante Huracán de Tres Arroyos, pero lo concreto es que Estudiantes sigue fuera de la zona de promoción –está cumpliendo el objetivo planteado-, sumó de local ante un equipo superior desde la estructura futbolística y la entidad de la Avenida España debe valorar el gran apoyo popular que tiene el equipo en condición de local.
Antes de que comenzara a rodar la pelota, en la 103.5 Los 40 Principales planteábamos al menos dos dudas en cuanto a la formación titular que planteaba Hugo Mattea. El primer el la confirmación de Mugnaini por derecha en reemplazo de Bottino –jugó tan mal el ex jugador de Centro Social en Tres Arroyos como para no entregarle la titularidad después de cumplir el partido de suspensión- y cómo iba a estructurar juego con una nueva formación donde el trabajo táctico y la estrategia de juego son fundamentales a la hora de salir a jugar un partido clave como era el de la noche del viernes ante el “globo” tresarroyense.
Rápidamente surgieron los errores conceptuales. Se salió a presionar sobre la salida de la pelota de la visita, pero se desordenó el retroceso. Se perdió rápidamente a Adrian Lisa por lesión –le fueron muy fuerte en una pelota dividida que lo dejó lesionado- y el ingreso de Acosta le dio “personalidad” defensiva, pero no encontró amigarse con la pelota.
Con Rodríguez apareciendo a cuentagotas, con Pérez Araya dejando todo en la mitad de la cancha, con una noche para el olvido de los dos carrilero, Estudiantes no generaba, Huracán se conformaba con controlar la pelota y crear esporádicas acciones de riesgos sobre la última línea del “celeste”.
Pero, una aparición de Rodríguez, un excelente enganche de Chiaretta por izquierda y una definición a la perfección de Nicolás Gatto le dieron la diferencia al “celeste”.
Promediaba el primer tiempo y sin merecerlo, Estudiantes estaba arriba. El gol tranquilizó al equipo, desnudó falencias de Huracán y en el mejor momento de generación de juego ofensivo, un error infantil en el retroceso le permitió a Valente poner el 1 a 1 y al descanso.
¿Justicia?. Tal vez, pero, necesitaba mejorar mucho Estudiantes para el complemento.
De arranque lo logró. Rodríguez madrugó en la salida, se lo perdió Mugnaini y Gatto. Siguió presionando el “celeste” –ahora era con acción y coordinación en todos los sectores del campo de juego- y esa predisposición hizo que Alexis Salazar sellara la diferencia antes de los cinco minutos.
Siguió con esa actitud el “celeste”. Estuvo cerca del tercero –Chiaretta tuco la más clara con un remate desde fuera del area que fue desviada providencialmente por un jugador de Huracán-, pero después de los 15 el equipo sintió el impatco, Huracán tomó la iniciativa futbolística y llegó al empate cuando se jugaba el tiempo de descuento.
Los cambios –al menos son muy cuestionables el de Bottino por Felipe Mugnaini (el volante había mejorado mucho en el complemento) y el de Gómez por el goleador Gatto)- fueron los que le dieron oxigeno en los últimos 15 minutos a Huracán para ir a buscar el empate. Lo logró, fue cuando Estudiantes ya festejaba la victoria. Tal vez por eso el dolor de la pasión futbolera que despierta el “celeste” de la Avenida España, pero que en la cancha se veía venir y eso en fútbol, es experiencia.
El empate sirve para sumar un punto, para seguir fuera de la zona de promoción, pero quedan dudas por los errores que se cometen, pese a que el torneo Argentino A ya está en la recta final.
Foto: La Voz del Pueblo/Archivo
Carlos Valduvino – Redacción Al Toque