En un equipo son importantes todos sus integrantes. Jugadores, técnicos, dirigentes e hinchas. Esta definición práctica, más familiarizada con el fútbol, hoy se puede insertar en el tenis. Después de tres días con mucha tensión, nerviosismo y buen tenis, Argentina venció a Rusia 3 a 2 y accedió a la final de la Copa Davis, donde jugará con España.

Fue un hecho histórico para el deporte de Río Cuarto, porque Agustín Calleri, además de integrar el equipo nacional, quedó a un paso de jugar por segunda vez la final de torneo. La historia del riocuartense  - fanático de Boca y Atenas de Río Cuarto y que tuvo sus inicios en la Liga Regional Riocuartense de Tenis – demuestra que la perseverancia de sus padres, el acompañamiento de toda su familia y el no claudicar ante la adversidad fueron indispensables para adquirir valores del sacrificio, el juego y la humildad.

El recorrido argentino en la Copa Davis

Desde 1900, cuando en Boston se jugó la primera edición, la Copa Davis se transformó en el hito más importante para los tenistas, que dejaron de lado su “individualismo” para adquirir un sentido “colectivo”.

Argentina debutó en esta competencia en 1923 perdiendo en el debut ante Suiza por 4 a 1. Los jugadores que participaron en ese encuentro fueron Rolando Boud, Carlos Caminos, Alfredo Villegas y Guillermo Robson.

Recién en la década del 70 debutó la máxima referencia que tiene el tenis masculino, Guillermo Vilas. En 1977, Argentina derrotó a Ecuador (4 a 1); a Brasil (3 a 2); a Chile (4 a 1), venció a Estados Unidos y en semifinal perdió con Australia en una polémica serie.

En 1981, Argentina llegó por primera vez a la final. Fue subcampeón al perder en Cincinatti, EEUU, ante el representativo local por 3 a 1. Todos los puntos los jugaron José Luis Clerc y Guillermo Vilas, quienes se olvidaron de la pelea mediática que tenían en ese momento, para jugar ese compromiso. Previamente, Argentina le había ganado a Alemania Federal (3 a 2), Rumania (3 a 2) e Inglaterra (5 a 0).

Después y tras muchos desaciertos dirigenciales llegó una nueva “legión” de jugadores que inició el camino de la recuperación. David Nalbandian, Gastón Gaudio, José Acasuso, Mariano Puerta, Juan Ignacio Chela, Guillermo Cañas, Guillermo Coria y Agustín Calleri son algunos de los integrantes de la “generación dorada” que posibilitaron el resurgir del equipo argentino de Copa Davis.

En el 2002, Argentina volvió a participar en el Grupo Mundial, donde perdió ante Rusia en semifinales por 3 a 2.

En el 2003, el equipo nacional perdió por 3 a 2 con España en Málaga, pero los argentinos recuerdan la gran actuación del riocuartense. En un partido memorable, Calleri,  venció en singles a Juan Carlos Ferrero  -en ese momento era el número uno del mundo- en tres sets corridos.

En el 2006 frente a Rusia, Calleri y Nalbandian no tuvieron una buena jornada en dobles. Sus rivales, Tursunov y Safin estuvieron intratables y jamás le permitieron entrar en juego a los argentinos. En el global, Argentina cayó 3 a 2 y la copa quedó en manos de los rusos. Aun así, Calleri fue otro de los artífices para llegar a esta final ya que ganó los dobles contra Suecia y Australia, por primera ronda y semifinales respectivamente.

Calleri y sus conceptos “coperos”

Antes de jugar la semifinal ante Rusia que acaba de finalizar, Agustín Calleri dialogó con diario La Nación, y expresó lo siguiente sobre el equipo nacional:

- “Yo puedo aportar la buena onda con todos y la experiencia de haber jugado ya varias semifinales”.

- “Sé que cada vez me queda menos tiempo y es un sueño ganar la Davis, en lo personal y para el tenis argentino. Pero más que pensar en cuánto me queda, disfruto el momento. Para mí, el futuro no existe”.

- “Juan Martín del Potro va a debutar como local. No es la misma presión que jugar como visitante. Pero es un tipo muy ganador, tiene una gran actitud y, conociéndolo, no lo va a afectar. Tiene que tener la tranquilidad de que va a tener tres tipos atrás que lo van a respaldar. Y si necesita preguntar algo, lo puede hacer. Vamos a contenerlo, porque no es fácil jugar acá. Yo también debuté como visitante, contra Canadá, y después lo hice acá, pero a mí siempre me hizo bien ser local. Y a él lo veo igual”.

- “En dobles David siempre quiere jugar todo y tiene un talento tremendo. Hoy no sé si puede hacerlo, porque serán partidos muy duros y está también lo táctico. Hay muchas formas de aprovechar al equipo. Con Willy hace mucho tiempo que no jugamos dobles, pero yo tuve siempre la suerte de que cuando jugué con gente con la que no lo había hecho me complementé bien. Nos conocemos mucho, sabemos cómo jugamos. El singlista juega mucho más dobles y con un par de cosas que te decís, listo”.

- “La Argentina tiene calidad de jugadores para ganar tranquilamente. Terminar 2-0 el viernes sería espectacular, pero también puede ser al revés. Podés ganar o perder 4-1. Está muy parejo. La gente con la que me cruzo está muy entusiasmada, piensa que porque somos locales ganamos seguro y no es así. Ni en el fútbol pasa, menos en el tenis”.

Después de esto no le tocó jugar. Se bancó ser el acompañante, pensando una vez más que el futuro no existe y que lo fundamental es disfrutar el presente. Esta realidad lo posiciona en el cuadro de honor del tenis argentino y como uno de los deportistas más grandes que dio Río Cuarto.

Carlos Valduvino - Redacción Al Toque