Enorme, fantástico, heroico, soñado, cualquier calificativo grandilocuente le cabe al triunfo de Estudiantes en San Juan ante Desamparados. Cuando aguantaba el 0-0 con dos hombres menos por las expulsiones de Juan Palandri y Maximiliano Gómez, a los 42’ del complemento, Franco Chiaretta metió un zapatazo preciso para enmudecer a todo el “serpentario” que no podía creer como su equipo, con dos hombres más, se rendía a los pies del “celeste” riocuartense.
Tras el gol, el equipo de Hugo Mattea aguantó con actitud, garra y corazón y se alzó con tres puntos valiosos para despegarse de la zona roja de la tabla general e ilusionarse con clasificar entre los primeros de la zona 3 del Torneo Argentino A (está tercero y estaría clasificando).
En la próxima fecha, Estudiantes recibirá a Villa Mitre de Bahía Blanca.
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Era el partido para ganar y lo perdió. No se lo ganó Estudiantes, lo perdió Sportivo Desamparados que en vez de dar un salto hacia arriba, terminó dando un salto para abajo en un momento clave de la temporada que, después del inesperado traspié ante el Celeste, ya tendrá que mirar decididamente para asegurar la categoría. Fue 1-0 doloroso e inmerecido, pero ojo como así no mereció perderlo, tampoco mereció ganarlo. Es que nunca le encontró la vuelta como para terminar de desbordar el ordenado y mezquino esquema de Estudiantes. Esa fue la condena de este Sportivo que empezó la noche del domingo ilusionado con pelear por la clasificación y terminó lamentándose por un solo error que le costó demasiado caro.
Los ratitos de Nery Lima parecieron encender la esperanza en el comienzo del partido en Puyuta. En esos primeros minutos, Desamparados se paró como el dueño de la situación y obligó a que Estudiantes se refugiara contra su arco. Pero con el correr de los minutos, el visitante se acomodó, anuló a Lima y empezó a disputarle la posesión de la pelota a Sportivo. Las ganas de Sánchez, la presión de Benito y la entrega de Campo no alcanzaron para generar peligro en serio. Sportivo fue aproximaciones pero nunca pudo poner cara a cara con el arquero a alguno de sus delanteros. En Estudiantes, lo mejor pasó por el orden de sus dos centrales y la potencia de su dupla ofensiva. Eso y nada más. Pero así y todo, a los 33\' del primer tiempo, Zalazar apareció solito y cabeceó encima de Del Vecchio, quien sacó al corner en gran acción.
En el segundo tiempo, Dillon se jugó el resto. Movió el banco, puso lo que le quedaba para buscar lo que no había podido generar en el primer tiempo: profundidad. No la encontró pese a tener en cancha a Garrido, Lima, Piacenza, Sánchez y Parisi. Estudiantes se le replegó bien y se limitó a defenderse. A los 28' se fue expulsado Palandri y parecía que Sportivo se lo llevaba por delante. Más aún, cuando a los 34' Maxi Gómez dejó a Estudiantes con 9. Era el momento y casi se le dio a Desamparados. Primero con un tiro libre de Piacenza que sacó Mancinelli y luego, a los 40\' cuando el arquero de Estudiantes le sacó un tremendo pelotazo a Lamberti. Fue con furia Sportivo pero también enceguecido y a los 42\' lo pagó carísimo porque en una contra, el rival que tenía dos hombres menos, lo encontró mal parado y Chiaretta metió la puñalada a las ilusiones de Desamparados. Un mazazo del que Sportivo no podría recuperarse más. Quiso el milagro y no se le dio. No lo ganó Estudiantes, lo perdió Sportivo Desamparados y eso, hoy es lo que más duele.
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Redacción Al Toque