“Alumni promocionó una alegría”, titula El Diario de Villa María
Da pelea, revive, desafía agonías… Este Alumni en Promoción no quiere entregar su hidalguía así nomás, a pesar de los pesares.
Anoche demostró que, en nombre de su orgullo herido, había que emerger entre las cenizas. Venció 2 a 1 a Huracán de Tres Arroyos luego de superar sustos y de padecer una racha negativa de tres partidos sin victorias. Batalló siempre. No se rindió.
Dentro de un partido con urgencias, el mérito del equipo dirigido por Carlos Ranalli fue que “se aplacó” con el correr de los minutos hasta hacerse dueño de las situaciones y dejó de correr alocadamente. Además, no se quedó en los lamentos que suele mostrar cuando algo no sale.
En el primer tiempo, parecía que todo se desvanecía temprano porque, a la llegada de riesgo que generó Huracán, en los primeros instantes (Ronco alcanzó a salvar un cabezazo de Valente), se le sumó la lesión de Víctor Góngora, a los 15 minutos, como otra mala noticia para el largo parte médico que hoy ofrece el plantel.
Sin embargo, dos minutos después, Nahuel Caler –quien volvía a la titularidad después de un largo período afuera- sacudió la modorra con un derechazo tremendo: En la ejecución de un tiro libre en la puerta del área, el defensor recibió el toque corto de Agustín González Tapia y envió un balinazo recto; la pelota dio en el travesaño y entró, más allá que Carlos Herrera se encargaba de empujarla hasta la red.
Huracán sintió el impacto y reaccionó rápido, con las armas propias de un equipo con chapa que pelea la clasificación. Entonces, a los 21’, tras un pelotazo largo, Matías Zbrun demostró sus dotes de goleador obstinado, al pelear y ganar la posición y rematar tres veces antes de terminar empatando, mientras Ronco, Fernando Montenegro y Leandro Peñaloza ponían su humanidad en pos de salvar la caída de la valla. Fue en vano.
Alumni debió volver a remar, con sus necesidades a cuestas y ante un rival que, sin ser un derroche de calidad, se las ingeniaba para recuperar en el medio con el despliegue de Maximiliano Zbrun y generaba espacios con la movilidad de Ezequiel Ceballos, un media punta de probada habilidad.
Pero luego llegó un cambio interesante en el equipo villamariense. Maximiliano Carrasco, lesionado, debió salir de la cancha y Juan Aimar (su reemplazante) entró enchufado para jugar tras las espaldas del Zbrun volante y provocar mayor presencia en ofensiva.
El propio “Zapallito” Aimar estuvo a punto de anotar el segundo antes del cierre del primer período, con un tiro cruzado que pasó cerca de un poste.
Pero la voracidad de Alumni se visualizó mejor en el complemento, cuando Aimar fue cada vez más enganche y González Tapia, metros atrás, se ocupó de tomar el mando del partido, a la vez que Rodrigo Marecos abrió la cancha con movilidad por la izquierda.
Un tiro de Herrera –cerca del travesaño- entusiasmó al público, que luego deliró con el segundo gol, a los 10 minutos y de contragolpe. Fue cuando Luciano Vázquez, en su jugada más lúcida del partido, encabezó la salida y tocó para Herrera, quien recibió una falta, pero siguió la jugada, abrió para Vázquez, fue a buscar y tiró sobre el arquero, pero este dio rebote y finalmente Marecos colocó el 2-1, entrando por sorpresa.
Huracán, esta vez, no encontró respuestas, más allá de los cambios del técnico Zwenger (dejó a Ceballos como enganche y terminó con dos puntas), porque dio la impresión que Alumni estaba más aceitado, con el toque de González Tapia, la entrega de Aimar y las mejoras de la última línea.
A todo esto, Vázquez y Herrera siempre esperaron la chance para liquidarlo, aunque “Falucho” tuvo la más clara y el arquero le desvió el remate con los pies, a los 35’.
Sobre el final, Alumni se defendió como pudo, mientras el nerviosismo pasó para el visitante, que perdió a dos jugadores por expulsiones ridículas (una agresión verbal y otra física).
Lo concreto que la formación villamariense zafó del descenso directo con la victoria, se aferró a la esperanza y se tomó un respiro, además de demostrar que no está muerto quien pelea.
La figura
Agustín González Tapia se mostró siempre y le dio juego al equipo desde la zona central del campo, sobre todo en el segundo tiempo. También se destacó Rodrigo Marecos, a pura gambeta en la zona izquierda del ataque.
El árbitro
Leandro Bottoni se manejó con criterio durante gran parte del encuentro. Amonestó cuando debía hacerlo y trabajó bien con los asistentes. En la expulsiones no dudó, aunque pareció que debió cobrar un penal sobre Vázquez.
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“Un paso adelante”, titula Diario de Cuyo
Con goles de Palomeque, Sánchez y Benito, Sportivo venció a Juventud y mantiene chances de clasificar a la Fase Final.
Primero, lo primero. Esa era la premisa para un Desamparados sin margen de error en el tramo final del Clausura y dio el paso con seguridad. Ganando un partido que debía ganar para asegurar su permanencia y para regalarse la ilusión de pelear la clasificación a la Fase Final hasta que haya vida. Fue victoria merecida a partir de su contundencia para traducir en goles las que generó. Golpeó en los momentos justos y luego controló los tiempos ante un rival como Juventud Unida que ya está pensando en la próxima temporada. Ganó Desamparados por 3-1 y a esa cartelera final no le sobró ni le faltó nada. Sportivo fue más, de principio a fin. Tal vez, jugando mejor en el complemento, pero dejando una imagen de superioridad a lo largo de todo el cotejo.
El comienzo del partido no pudo ser mejor para el Puyutano porque a los 3 minutos, en un corner desde la derecha, apareció la potencia aérea de Mauro Palomeque para abrir el marcador con un cabezazo. Ahí, en esa tempranera ventaja, parecía que Sportivo encontraba la tranquilidad que en otros partidos como local no tuvo. Fue a medias porque Juventud se adelantó, le quitó por algunos momentos la pelota y casi lo amarga con dos llegadas. Primero, con un tiro libre de Morán y luego con un remate de Cristian Lucero que despejó Del Vecchio en gran atajada. Pero claro, Desamparados estaba esperando el golpe y le llegó a los 45 minutos cuando Lima metió el centro al primer palo y José Sánchez, en un anticipo electrizante, le desvió la pelota a Benavídez.
En la segunda parte, Sportivo mostró su mejor cara. Ahí, pudo jugar a lo que siente, controlando la pelota y manejando los tiempos a partir de la posesión del balón. Generó con más profundidad y no pasó sobresaltos. En el minuto 33, con Juventud jugado al ataque ya con desesperación, llegó la liquidación de la noche cuando Marcos Quiroga y José Sánchez armaron una contra sensacional que terminó en la definición de Adrián Benito para poner 3-0 el tablero. Juventud tuvo consuelo con un golazo de Lucero, de tiro libre. Pero ya estaba todo escrito. Sportivo había ganado el partido que tenía que ganar en esta durísima serie final del Argentino A. Dio el paso adelante que todos le pedían y su futuro, depende de si mismo. Y eso, en el fútbol no es poco cuando hay tanto en juego.ura gambeta en la zona izquierda del ataque.
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Al Cruzado se le cortaron las luces, titula Los Andes de Mendoza
Ganó Villa Mitre (BB) al que le expulsaron a Daolio y se cortó la luz.
El partido comenzó de la mejor manera para Deportivo Maipú, ya que sobre los 2’ el delantero bahiense Jorge Daolio le aplicara un codazo a Luis Carbajal por lo que fue expulsado. Con un hombre de más, el Cruzado salió a buscar el partido en terreno visitante.
Presionó en la mitad de cancha, apareció el juego de Escalante, Giarrizo se sumó en ofensiva y con algunas pinceladas de Zapata Maipú ponía en aprietos a Villa Mitre que no hacia pie. Sobre los 17’ Carbajal, Escalante y Giarrizo transformaron paredes en la construcción más amplia y certera en el área rival. Fue así que terminó en córner que llegó llegó cargado de rebotes y fue Labaké quien estuvo cerca otra vez. Pero Maipú se dormía.
Y claro reflejo de eso fue cuando Ríos le tapó el remate a Agudiak. Inmediatamente llegó el córner y luego de varios rebotes el propio Agudiak concretó el gol del triunfo parcial de Villa Mitre. Duro cachetazo para un Maipú que se fue al descanso desorientado. Más aún cuando a los 3’ del inicio y por más de 30 minutos se cortó la luz artificial.
Pero el amor propio de Maipú provocó que la batalla fuera de igual a igual. Tuvo sus oportunidades para empatar y a pesar de ser superior, Villa Mitre ganó con lo justo y salió de la promoción
Así quedó la tabla general
ESTUDIANTES (1) 36 30 8 12 10 33 31
JUV. UNIDA (SL) 35 30 8 11 11 39 44
UNION (MdP) 35 30 9 8 13 39 55
9 DE JULIO (R) 33 30 8 9 13 31 43
VILLA MITRE -p- 33 30 7 12 11 29 39
ALUMNI (VM) –p- 32 31 7 11 13 26 32
JUVENTUD (P) –d- 24 30 5 9 16 28 43
BEN HUR (R) –d- 23 30 6 5 19 23 47
-d-: descendidos. –p-: en promoción
Fuentes y fotos: El Diario de Villa María, Los Andes de Mendoza y Diario de Cuyo de San Juan.