(Cipolletti, Río Negro).- Paso de todo. Fue un partido de película y si bien es cierto que aún no han contado el final de la misma, todo hace creer que Estudiantes terminará feliz por haberse metido en uno de los pentagonales del Torneo Clausura del Argentino A.

La historia cerca de las 21.30 del miércoles. Minutos más, minutos menos, Cipolletti y el “celeste” se vieron las caras en la “Visera de Cemento” –la casa de “cipo”- en uno de los partidos correspondientes a la decimosexta fecha del Clausura en la Zona 3.

En la previa ya se percibía que el local tomaba este juego como una final ya que otro resultado diferente al de la victoria lo dejaba fuera de la pelea por el ingreso a los pentagonales. El técnico Perilli cambió el esquema, del 4-3-1-2 pasó al 4-4-2, para ver si salía de la racha de cinco encuentros sin ganar y la gente también aportó lo suyo en esto de tratar de generar un clima adverso.

Estudiantes ni se inmutó. Lejos de meterse en la problemática del rival, el “león” hizo la suya e hizo de las suyas. Ya de movida se mostró ordenado de atrás hacia adelante. El juego tuvo en los minutos iniciales a un Estudiantes bien parado en la mitad de la cancha, donde recuperaba balón que anduviera dando vueltas a través de Pérez y Pérez Araya, además del sacrificio que aportaban Aimar y López. Bottino y Gatto estuvieron constantemente al salto porque la defensa del local, que iba sin idea alguna, jugaba al límite y en numerosas oportunidades dejaba a los atacantes “celestes” en posición de adelanto.

Era cuestión de agarrarle la vuelta. Y así fue. Minuto 26. Un quite con solvencia de Palandri y pelotazo largo con pierna derecha puso a Gatto en carrera con los dos centrales, Martínez y Muñoz. El “9” le ganó a los dos y se metió en el área, iba a definir y Martínez se recuperó. Gatto “amagó”, el defensor pasó de largo, y luego ajustició a Ruiz que nada tuvo para hacer.

En ventaja, Estudiantes tuvo dos buenas noticias: su rival no reaccionó y dejó espacios en el verde césped de reducidas dimensiones (90 mts. de largo x 72 mts. de ancho).

¿Cipolletti?, remates desviados de media distancia y una buena pirueta de Ávila, que se fue cerca del palo izquierdo de Mancinelli, tras un taco de Papua, que fue bien absorbido por los centrales. En ese contexto, Estudiantes la pasó bien, no sufrió en demasía y hasta pudo haber aumentado.

No pasaba nada en e encuentro y llegó el empate. Minuto 39. Corner de Porra (uno de los más movedizos de “albinegro”) desde la izquierda, nadie la saca y el balón a la puerta del área. Allí, Ávila remató de primera con pierna derecha y el esférico fue meterse con violencia al lado del palo derecho de Mancinelli, sin mucho para hacer.

Lejos de quedarse, Estudiantes fue y lastimó en la jugada siguiente. Sebastián Pérez picó la pelota en tres cuartos para Aimar que ingresó al área por derecha. Los “celestes” frotaron la lánpara y el 10 aportó una genialidad: Ruiz salió a achicar y el enlace pinchó el balón por encima del portero con esa sutileza que sólo tienen unos pocos. La gente que se había levantado, rápidamente se volvió a sentar y comenzó a discutir con sus propios jugadores, tónica que se repetiría desde allí y hasta el final del juego.

El segundo tiempo mostró a Cipolletti bastante más adelantado que Estudiantes, que, bien parado, esperaba para lastimar con la velocidad de Aimar, Gatto y Bottino.

El complemento tuvo, más allá de los habituales protagonistas, la incidente participación de la autoridad máxima Estela Álvarez de Olivera, que a los 7 no vio un claro penal sobre Gatto. No obstante, cinco minutos más tarde llegaría un nuevo desnivel. Minuto 12. Bogni asistió a Aimar que se había quedado en la derecha tras un corner; el engache envió un centro al segundo palo para Bottino, mauleado cuando se aprestabas definir. Gatto cambió el penal por gol con un fuerte y alto remate al centro del arco de Ruiz, que fue a la derecha.

El estadio ya era una caldera. Los hinchas ya no aguantaban la solidez del “celeste” y la palidez del local, que ya está clasificado para las semifinales. El asistente número 2 Walter Lago, de Bariloche, dio su primer aviso a Álvarez de Olivera: elementos contundentes caían desde la hinchada local que estaba pegada a su sector. La autoridad del juego comentó esta situación al Comisario Fuentes, encargado del operativo policial, y el partido continuó su rumbo.

Los ánimos parecieron calmarse tras un gol de Cipolletti, mal convalidado por Álvarez de Olivera. Minuto 28. Llovido centro al área de Estudiantes. Mancinelli tomó el balón en el área chica y derribado por Padua, que termina empujando al gol, para que la gente se ilusione.

El público se levantó, las tribunas eran un hervidero. Pero una vez más el “león” se inmutó, y a la jugada siguiente lo sentenció. Contragolpe por izquierda. Centro de Bottino y penal sobre Aimar en el área chica. Otra vez Gatto transformó la pena máxima en conversión, con un violentó disparo al centro del arco de Ruiz que esta vez fue a la izquierda. 4 a 2, parecía historia definida pero…

A los 34 comenzó el principio del fin. La jueza que ya había perdido todo tipo de autoridad le regaló un penal a “cipo”. Centro al área, un hombre salta, Bogni no salta y el jugador local que cae sin haber entrado en contacto alguno, ni con la pelota ni con el balón. ¿Penal?. Penal. El central Martínez remató displicente a la izquierda de Mancinelli y puso las cosas 3-4.

Un minuto más tarde un balde cayó desde la tribuna en el sector del Asistente 2, Walter Lago, y Álvarez de Olivera dijo basta.

El partido estaba suspendido pero… pero entre colaboradores externos, jugadores de Cipolletti y efectivos policiales intentaron convencer a la autoridad de que revea la situación. Y cambió de opinión. Y mandó a jugar. Sólo pidió que sacaran todo el público que estaba en el sector del asistente número 2. Mientras esto ocurría –la gente dejaba la tribuna-, Álvarez de Olivera suspendió el encuentro. Y esta vez fue definitiva.

El cotejo no terminó y ahora el que decide es el Consejo Federal. Si se toma como parámetro los antecedentes recientes, por ejemplo lo que ocurrió con Talleres de Córdoba en San Luis (aunque es cierto la condición local / visitante era distinta), Estudiantes se quedará con los tres puntos… tres puntos que permiten un saludo inicial al pentagonal y un adiós final a la amargura que genera la puja por la permanencia.

Síntesis

Club Cipolletti (Cipolletti) (3): Raúl Ruiz; César Medina, Cristian Martínez, Roberto Muñoz, Jorge Cid; Manuel Berra, Marcos Carrasco, Leonardo Larenas, Orlando Porro; Mario Ávila y Oscar Padua. DT: Domingo Perilli.

Estudiantes (4): José Mancinelli; Omar Bogni, Miguel Carrizo, Juan Palandri, Álvaro Rodríguez; Luis Pérez Araya, Sebastián Pérez, Maximiliano López; Andrés Aimar; Gastón Bottino y Nicolás Gatto. DT: Hugo Mattea.

Goles: 26’ PT Gatto (AAE); 39’ PT Ávila (CC); 41’ PT Aimar (AAE); 12’ ST Gatto –p- (AAE); 28’ ST Padua (CC); 30’ ST Gatto –p- (AAE); 34’ ST Martínez (CC).

Cambios: todos en el complemento, 12’ Daniel Carau por Carrasco (C), 15’ Nahuel González por Porra (C), 20' Germán Alecha por Muñoz (C), 24' Maximiliano Gómez por Pérez Araya (E) e Ignacio Reartes por Carrizo (E). 

Incidencias: El partido fue suspendido a los 35 minutos del segundo tiempo por falta de garantías.

Árbitro: Estela Mary Álvarez de Oliveira (Liga de Luján).

Público: 1000 personas.

Cancha: “La Visera de Cemento”, de Cipolletti.

Enviados Especiales – Redacción Al Toque