Y van cinco
La creatividad de los hinchas albos se hizo presente en las tribunas, ya que una vez finalizado el encuentro en la tribuna comenzó a flamear una bandera blanca con el número cinco, haciendo referencia a los últimos clásicos que ha ganado Atenas.
450 minutos
Son los que hace que Estudiantes no le convierte goles a Atenas, teniendo en cuenta los últimos cinco clásicos jugados en el Torneo Argentino “B”.
Se esperaba más público
Aproximadamente 4500 almas presenciaron el clásico de la ciudad, se esperaban más de 7000 personas, pero ni el mal tiempo quiso perderse este partido, y cuando se hizo presente se olvidó que mucha gente se quedaría en su casa para no sentirlo.
El imbatible
Marcelo Flesia, el gran capitán albo, nunca perdió un clásico con Estudiantes jugando en el Estadio “Ciudad de Río Cuarto”.
Mezquino debut
La presentación de Javier Villaseca duró tan solo 21 minutos, ya que el delantero mendocino que prometía goles para el clásico, se hizo expulsar por agredir a Maximiliano Gómez.
La ventanita del amor
Cristian “el peca” Zúñiga, quien no pudo jugar el clásico por un problema de salud, vivió el encuentro desde una ventana del vestuario visitante que da al campo de juego, desde allí el emblemático jugador albo corrió, metió, transpiró y sufrió al igual que sus compañeros que estaban en cancha. Obviamente, expresó en todo momento su amor por Atenas.
Lagrimas de león
Una vez concluido el encuentro, Federico Funes explotó de emoción y no pudo contener su llanto. El mediocampista, ahora en Atenas, se vio desbordado por la situación que le toco vivir en este partido. Muchos recuerdos habrán pasado por su cabeza de cuando defendía los colores celestes y por esas cosas del fútbol hoy le toca festejar para el albo.
Malestar blanco
Parte de los hinchas de Atenas expresaron su descontento por no poder ingresar al estadio, ya que con entrada en mano se tuvieron que quedar fuera, porque no había lugar suficiente en las tribunas que la dirigencia de Estudiantes había designado para que presenciaran el clásico.
León despistado o pícaro
Antes de que los equipos saltaran a la cancha, desde el vestuario de Estudiantes salió una persona disfrazada de león, de buen atuendo por cierto, que a la hora de saludar se confundió de tribuna. Apenas apareció expresó sus cortesías a la parcialidad de Atenas que estaba situada en la tribuna que está sobre dichos vestuarios. ¿La humedad habrá confundido al felino o fue una picardía para bromear a los contrarios?
Como en casa
La atención que ha recibido la prensa en el estadio “Ciudad de Río Cuarto” fue admirable, ya que cada periodista que estuvo presente en el clásico mostró su conformidad por las comodidades brindadas. Ojalá se repita y que muchos tomen esta atención como ejemplo.
Más si…yo me voy…
Expresiones como estas hicieron que los hinchas del “celeste” en desagrado con el resultado del partido, y diez minutos antes de que finalice el cotejo, abandonaron las tribunas.
Todo estaba preparado para que sea una fiesta
La inauguración de las obras edilicias, el festejo de los 96 años de vida, la nueva indumentaria, los fuegos artificiales y el optimismo de los hinchas, que decía que este domingo se terminaría la mala racha contra Atenas, eran condimentos suficientes para que Asociación Atlética Estudiantes celebrara a lo grande. Pero claro faltaba la cereza del postre, ganarle a su clásico rival y no pude ser.
Gerardo Pasten - Redacción Al Toque