Después de 25 años y gracias a un proceso serio, con un entrenador equilibrado y con un plantel que siempre intentó jugar al fútbol, Argentinos Juniors se consagró campeón del futbol argentino.
Y desde nuestro querido San Basilio gritamos los goles del “pichi” Mercier y de Coria como si estuviéramos en el Tomás Adolfo Ducó (estadio de Huracán, donde Argentinos fue campeón) o en las mismísima Paternal. Porque Nicolás Berardo, un pibe surgido en nuestras entrañas, formó parte del proceso que derivó en el torneo del “bicho”.
Pasó casi un año desde su debut en Primera División y hoy se dio el enorme gusto que muchos jugadores no pueden conseguir en toda su carrera. Pero más allá del logro deportivo, el orgullo florece por saber que uno de los “nuestros” triunfó en el futbol grande, pero mantiene la enorme humildad y no se olvida de sus raíces.
Felicitaciones “Nico” por llevar el nombre de nuestro pueblo a la elite nacional.
Por Martín Beltritti – Periodista de San Basilio