Pos triunfo sobre Atlético Argentino, el hincha de Atenas se retiró del estadio 9 de Julio ilusionado. Y no era para menos. Atenas desplegó, en varios momentos de juego, un fútbol de alto vuelo que le permitió superar con claridad a un rival que presentó una propuesta nada mezquina.
A las virtudes ya conocidas que demostró en el certamen pasado (solidez, efectividad, etc.), el equipo de Néstor Billalva le anexó lucidez a su juego. Por momentos, lo desbordó al “boli” con jugadas gestadas desde la simplicidad y la precisión. Así, marcó diferencias notables cada vez que se lo propuso. Fue claramente superior en el mano a mano, en el pie a pie. Esa superioridad se plasmó por el accionar de rendimientos superlativos (Guillermo Puñet, Fabricio Monetti, Víctor Beraldi, Mauro Lagioia y Nicolás Gatto, encabezan la lista). Pero esas buenas actuaciones se sucedieron en pos del rendimiento colectivo de Atenas, que merced al buen trato de balón, la fluidez de su juego y la movilidad en procura de explotar espacios deshabitados, completó una actuación que rozó con la perfección. Hubo desajustes defensivos que atentaron contra el funcionamiento, pero no fueron tantos como para opacar una buena tarde.
“Hacía mucho que no jugábamos así”, reconoció el técnico “albo” Néstor Billalva. Es cierto, y habría que agregarle: “hacía mucho que Atenas no jugaba así de local”. En la edición 2007/08 del Argentino B, jugar en el estadio de 9 de Julio le significaba a Atenas una complicación. Le costaba mucho resolver partidos que incluso le eran muy favorables en el desarrollo. Pero ayer se demostró a sí mismo que, no sólo puede ganar, sino también jugar lindo, ser vistoso desde la simplicidad de su juego. No presentó nada extraño, apostó a jugar con la pelota al ras del piso, a las sociedades futbolísticas para doblegar a un Atlético Argentino que en ciertos pasajes no podía frenar los embates “albos”.
El ajustado 2-1 final y algún que otro momento de angustia sobre el cierre no alcanzan a opacar la muy buena producción futbolística que hizo ilusionar al “pueblo albo” que se dio cita en buen número en el estadio 9 de Julio.
Franco Evaristi - Redacción Al Toque