El año deportivo de Francesca Cingolani ha sido prácticamente inmejorable. La jovencita de 7 años que se desvive por el BMX venía desarrollando excelentes performances en el ámbito local, provincial y nacional, y pegó el salto y no desentonó a nivel mundial.
Francesca se coronó campeona Panamericana en Quito, Ecuador, a fines de mayo y obtuvo un meritorio quinto puesto en Pietermaritzburg, Sudáfrica, donde se llevó a cabo el Mundial de la disciplina a principios del corriente mes. Esta ubicación final tiene aún mayor relevancia si se tiene en cuenta que la talentosa piloto no pudo competir en su correspondiente categoría, Damas 7 años Challenger, y participó en la siguiente que es hasta 8 años Damas Challenger, entregando una ventaja al resto de sus competidoras.
Al Toque dialogó con Débora Ferreyra, la mamá de Francesca, quien nos comentó sobre la experiencia en Sudáfrica. Además, abordó otras temáticas como la organización del certamen, el contraste en las políticas deportivas respecto de otros países, la importancia de la familia de BMX y el desempeño diario de Francesca en su vida cotidiana.
“Como experiencia deportiva fue hermosa. Ella quería llegar un poco más y no pudo porque cuando iba tercera se cayó y quedó quinta. Pero como experiencia fue espectacular, única”, afirmó inicialmente Débora al empapar la entrevista con sus primeras palabras.
- Acerca de Sudáfrica, ¿se encontraron con lo que previamente esperaban?
Si, la ciudad donde se realizó el evento es enorme. Fue muy lindo todo, la organización del torneo fue hermosa. Estaban muy organizados porque terminaba una manga y ya iban a acomodando para darle salida a otra, y era todo muy rápido.
El rendimiento que tenían que tener los chicos no es el mismo que el que a lo mejor tenes que tener en un carrera de un provincial o nacional, era mayor la exigencia.
- Tuvieron la posibilidad junto a Francesca de ver a otros competidores del mundo. ¿Qué diferencia notaste entre el BMX de otros países con el de Argentina?
Lo de los otros países es una locura. Llevan el mecánico, bicicletas de repuesto, bicicletas completas. Nosotros vamos con una rueda de repuesto. Respecto de la hidratación, tienen mesones con agua Powerade para tomar. Nosotros, como país, andábamos con las mochilas en el pasto, sin agua para los elite, totalmente diferente.
- A partir de esto, es doblemente meritorio de lo de Francesca ya que no sólo compitió con chicas mayores sino también porque corrió en desventaja desde el punto de vista organizativo…
Si, la verdad es que como argentinos hay lucharla mucho más que Estados Unidos, Colombia, que también es un país muy organizado y Japón ni hablar. Aunque me parece que Japón se destaca siempre en todos los deportes.
- ¿Cómo es Francesca en su vida diaria?
Ella es muy activa, le gusta, le apasiona la bici. Siempre la está limpiando, le está haciendo cosas. Manejar su bici la hace sentir libre y ante todo feliz.
- Ustedes como familia, ¿qué encuentran en el BMX? Porque ven a Francesca allí y además tienen a otro hijo, Lautaro, que corre carreras.
Si los dos. Sino que como todos los hijos, nunca son iguales. A Lautaro no le gusta tanto la competencia y a Francesca sí. Me parece que también pasa un poco por la edad porque Francesca no se da cuenta a lo que lleva la competencia y Lautaro, con sus 11 años, ya sabe.
- Nos has comentado lo importante que es la familia que rodea al BMX, ¿tan así es?
Si, si. Y justo recuerdo que no te comenté que ya estamos organizando para la fecha de La Rioja, que va a ser el 4 y 5 de septiembre. Estamos todos los papás organizando para parar en carpas, con asado seguro (risas). Eso es lo que tiene esto: nos lleva a organizar a todos en familia para que los chicos logren divertirse porque la experiencia en carpa es distinta a la de hoteles o casas.
Redacción Al Toque