Se entiende por estrés en el deporte a aquella situación donde las demandas externas (padres, dirigentes, sponsor, sociedad, etc.) o internas (aspiraciones, autoexigencias, etc.) superan la capacidad adaptativa o de respuesta del deportista. La demanda puede ser real o imaginaria, por lo cual lo importante es como el deportista “percibe” la demanda y da respuesta física-psicológica que si perdura se presenta el estrés con sus consecuencias (ej: menor rendimiento deportivo).
Durante el estrés el cuerpo presenta modificaciones predominantemente nerviosas y hormonales como: aumento de adrenalina y noradrenalina, aumento de cortisol (inmunosupresor) con lo que el jugador es más vulnerable a lesiones o recuperación de éstas.
Para disminuir la probabilidad de aparición del estrés hay que trabajar interdisciplinariamente sobre la motivación, autoconocimiento, las autoexigencias, cuidados preventivos y predominantemente sobre el control emocional y recursos psicológicos de afrontamiento por parte del jugador.
* Médico Psiquiatra
M.P. 20040/0
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