Cuatro mil personas respondieron a la cita: Examen aprobado.
Si hubiese que buscar un punto en común al cierre del año futbolístico que tuvo el año futbolístico en Río Cuarto y región, hay que decir que lo mejor que se puedo observar la noche del miércoles 29 de diciembre de 2010 en el estadio “Ciudad de Río Cuarto” fue la pasión que sigue intacta por los colores “Albos” y “celestes”.
Además, remarcar el acierto por parte de los dos cuerpos técnicos de aceptar –a pesar de la etapa de preparación en la que se encuentran- de reverdecer con los planteles que juegan en torneo Argentino –categoría A y B- el clásico de Río Cuarto.
Si allí se cerraría el comentario, todo es fiesta. Pero existen los actores: hinchas, jugadores, cuerpos técnicos, dirigentes, árbitros y trabajadores de prensa y la comunicación, y allí surgen las contradicciones que despierta la misma pasión que despierta el fútbol, con la razón de un partido preparatorio.
¿No existen amistosos?
Es una mala utilización del vocablo “amistoso” para un clásico, mucho más para estos hermosos presentes de pasión que despierta en Río Cuarto, Estudiantes y Atenas.
Allí surge la primera contradicción, porque pese a que hay una diferencia marcada entre una competencia y otra, argentino A y B, ningún hincha de Atenas se esperaba la diferencia que se marcó hasta el momento de que llegaron la mayoría de los cambios: 4 a 0, con golazos y toques incluidos.
Allí ya surgió la barrita de los “duros” de Atenas, que hicieron flamear el parapelotas que da al arco sobre el piletón Municipal y si esta minoría lograba su cometido, no sólo iba a hacer suspender el partido –propósito que buscaban- sino que además iban a cometer mucho dolor entre la misma parcialidad “alba” porque de la forma que estaba siendo tirado, todo hacía suponer que si la infraestructura de sostén cedía, el mismo iba a caer sobre las más del millar de personas que estaba en ese sector, entre ellos muchos niños.
Con el 3-4, la direccionalidad de la protesta se fue directamente sobre el árbitro Matías Ramos, que es cierto y hay que reflejarlo cometió todos los errores juntos y en una misma noche: ojalá que quienes lo acompañaron haya podido conseguir el video para marcarle los errores, no las virtudes –que fueron pocas- a lo largo de los 90’.
Es por ello que no existen partidos amistosos, son preparatorios, porque cuando al técnico de Estudiantes Jorge Grassi le gritaron desde la parcialidad de Atenas que estaba en la platea Oeste, sin que el resto del estadio lo percibiera -sólo los agudos observadores- contestó esas palabras con sutiles señas, que sólo quedaron en lo que despierta el fútbol, esa pasión, que lamentablemente, no pudo ser controlada en el final.
Dos realidades, un punto en común
Si alguien pregunta cuál es el deseo para un hincha de Atenas y uno de Estudiantes para el 2011, es seguro, que van a contestar en su mayoría estar en la definición de los dos torneos, y eso hoy también está muy complicado, porque los dos equipos están fuera de la zona de clasificación y si bien el “albo” puede encaminar su certamen, Néstor Billalva cortó la mayoría de los refuerzos que se llevaron como poco más del 12 por ciento del total del costo del presupuesto en jugadores. Es una cifra demasiado alta, para lo que resta jugar y conseguir en tan pocos meses.
En Estudiantes, no está mejor la cosa, deportivamente. Es penúltimo en su zona, debe conseguir un rendimiento casi ideal, sin margen de error para llegar a estar entre los mejores tres, si no buscar la reclasificación en la segunda oportunidad que le da el certamen en la zona de cinco, pero allí tampoco hay margen de error porque para lograr ese objetivo es solamente el primero, con este panorama de frialdad los “albos” y “celestes” llegaron al clásico.
Se puede corregir
Lo que Estudiantes y Atenas deben mantener viva es la pasión que hay por el clásico. No nos vallamos tan lejos, quien pensaba en el 2005, que en pleno verano de 2010/2011 y a dos días del brindis de fin de año, “celestes” y “albos” por un partido preparatorio iban a convocar a 4.000 personas.
Esto es sagrado para la planificación presupuestaria de los dos clubes. Pero hay que hacer correcciones, algunas de las cuales la debemos marcar:
a.- Álvaro Rodríguez en la última jugada del partido debió controlar su impulso. El debe saber en su estructura de jugador profesional, cual es el momento de utilizar la fuerza con vehemencia. En el vestuario, en los entrenamientos y en las charlas con el plantel es para corregir. En un partido de Argentino A, es pelota en contra de su arco, expulsión del jugador y puede suceder en ese balón lo que pasó con Talleres de Córdoba, gol del equipo visitante.
b.- La Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto, porque si los clubes no lo solicitaron si el Comité Ejecutivo debe velar por los intereses de todos sus clubes afiliados, debe dictar un Reglamento para este tipo de torneos, así los árbitros, tienen la posibilidad de hacer descargos, expulsar y/o amonestar, según imponga su propio criterio. Si para estos dos partidos fue realizado, el mismo no fue dado a conocer.
c.- Los árbitros deben ser los mejores, y Matías Ramos, no lo es en este momento. Si hay que proyectar jóvenes que están en el curso de árbitros, no deben ser en estos partidos. Aquí hay pulsaciones y sentimientos especiales en un clásico Estudiantes-Atenas, tiene una historia muy grande en sus espaldas, y un presente lleno de vitalidad, más allá de lo que indiquen las tablas de posiciones en los torneos Argentinos A y B.
d.- La reacción en “patota” de la mayoría de los integrantes del banco de suplente de Atenas, con el cuerpo técnico a la cabeza, fue exagerada, tal vez, muy teatralizada. Es que hasta el momento de los cambios y con un 0-4, Matías Ramos había dirigido tan mal o tan bien como lo hizo en los últimos 35 minutos del partido. En este lapso sólo se modificó el resultado, que lo que hizo fue tranquilizar las tribunas y poner de manifiesto que la parcialidad “alba” tiene una garganta privilegiada, porque desató un aliento conmovedor. Quienes están dentro del rectángulo de juego, eso lo deben saber leer y ver. Los integrantes del banco de Atenas no lo observaron.
e.- Ojalá que como siempre sucede, el hilo, esta vez, no se corte por lo más fino, y la policía pida más efectivos adicionales para el clásico que se va a jugar el próximo jueves 6 de enero de 2011 en el estadio “9 de Julio” y el costo “adicional” lo deba absorber Atenas. El miércoles por la noche fueron 50, ese es el número que se debe mantener, para no incrementar costos operativos, si deben ser más, porque efectivamente el operativo así lo requieren deberán ser los poderes de estados, Municipalidad o Provincia, quienes acompañen el fin que tienen estos partidos preparatorios.
f.- Lo último, es pedir disculpas: A ese hincha de Atenas que miraba el partido desde la tribuna “Juan Carlos Grassi” y una piedra lanzada desde un sector no identificado del estadio le impacto en su cabeza. Tal vez usted, maldiga, no quiera ir más a la cancha, y seguro que tiene razón: Salió de su hogar para ir a ver un “clásico” y este fin de año lo recibirá con un golpe, que le dio en plena cabeza una pasión nacional como es el fútbol.
Lo futbolístico
El torneo se reanuda el 23 de enero de 2011. Allí los dos equipos deberán llegar con el máximo de su potencial. En ese tránsito se juegan los partidos preparatorios, donde cada uno de los cuerpos técnicos, comienzan a sacar sus conclusiones.
A todos, por lo que esa in mensa pasión que nos regalaron el miércoles por la noche, gracias. Y a todos lo que siempre sigue a la Cooperativa de Trabajo “Al Toque”, feliz año nuevo.
Fotomontaje: Al Toque
Redacción Al Toque