Así resumió Edgardo Galfioni la significación que tiene la profesión en su vida.
Una lesión lo postergó de los tres palos pero su pasión por el puesto lo dedicó a profesionalizarse en una tarea que en su vida representa: “Pasión, dedicación y profesionalismo”. En 2003 Edgardo Galfioni comenzó a dirigir las categorías formativas de Lutgardis Riveros y desde 2006 inició su carrera como entrenador de arqueros -tanto en inferiores como en mayores- del elenco gigenense. En 2010 extendió su labor a clubes de la región: primero en Recreativo Elenense, en 2011 integró el cuerpo técnico de Atenas en el Argentino B y en 2012 en Pabellón Argentino de Alejandro Roca.
-¿Cómo te iniciaste en el fútbol? ¿Y por qué elegiste ser arquero?
-Desde chiquito siempre me gustó el puesto, comencé a practicarlo en edades tempranas en el club Lutgardis Riveros de Gigena y fue como un acto instintivo colocarme directamente desde el primer día de práctica debajo de los tres palos.
-Después de tu carrera como arquero, ¿por qué te inclinaste por ser entrenador de arqueros?
-Practicando lo que más disfrutaba, a veces la vida te juega una mala pasada, una lesión me impedía seguir atajando por un tiempo prolongado, por lo que comencé con la capacitación para poder cubrir ese tiempo que lo utilizaba para el perfeccionamiento personal en un tiempo de desarrollo desde lo profesional para la formación del puesto. No hay mal que por bien no venga, frase tradicional que por ahí resume mi situación actual con el entrenamiento de arqueros.
-¿Qué representa esta profesión en tu vida?
-Lo resumo en tres palabras claves: Pasión, dedicación y profesionalismo.
Foto: Al Toque / Archivo
Redacción Al Toque