Sensaciones de un día histórico.
“El fútbol resulta muy cómodo como alegoría de la guerra. Casi todas sus palabras provienen del lenguaje bélico: ataque, defensa, distracción, estrategia, táctica, valor, asedio. Sin embargo, para muchos de nosotros, el camino de las similitudes se recorre al revés: El fútbol es la cosa y la vida es el símbolo. No es que un gol en contra se parezca a una desgracia inesperada. Es la desgracia inesperada la que se parece a un gol en contra”. Escribe Alejandro Dolina en el reciente -y recomendable- libro “Pelota de Papel”. En este caso la relación fútbol-vida se aplica en sentido positivo gracias a las expresiones de Alan, un pequeño de 10 de años del barrio Las Delicias, que luego del partido nos cuenta rodeado de amigos: “Está de lujo la cancha, es un golazo, ahora podemos jugar y ya no es un basural como antes”. La expresión “golazo” resuena en medio de las risas de los niños porque se parece a un hecho deseado, esperado, extraordinario. O mejor aún -y siguiendo a Dolina- será que el hecho deseado, esperado, extraordinario se parece a un golazo. Las risas siguen, los pibes no examinan ese recorrido, porque viven el fútbol como en la vida.
El domingo 5 de junio de 2016 pasará a la posteridad para los vecinos de Banda Norte porque el Club Juan Bautista Alberdi recuperó su esencia. Luego de 25 años, volvió a ser local, volvió a albergar a decenas de pibes en su reconstruida cancha de fútbol. La niebla de dispersó a media mañana y las nubes se abrieron para darle paso al sol saliente como símbolo de un amanecer, de un nuevo nacer. El frío no importó y el barro tapizó ese piso bien de potrero en donde solo interesa jugar.
Será que para los pibes del barrio, el club -y el fútbol en particular- representa esa llave que abre la puerta a su mundo, a un lugar de contención, que ayuda a orientarlos en la vida. En este sentido, la jornada vivida en el renaciente Club Juan Bautista Alberdi nos retrotrae a una vieja nota a Eduardo Sacheri -publicada el 15 de julio de 2012 en el Diario La Nación- en donde expone que “el fútbol es una fuente de experiencia y conocimiento que aplicás a toda tu vida”. Y sentencia: “No creo que el fútbol sea la llave de la vida ni nada por el estilo, pero que sí es un excelente mapa de la realidad. Si vos te movés bien en ese mapa, tenés herramientas para moverte en la vida. Por el tipo de juego que es, por lo que tiene de colectivo, de estético, de azaroso, de imprevisible, por todas las cualidades humanas que uno pone en juego cuando lo juega”.
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Redacción Al Toque