Gabriela Amarfil fue una de las piezas claves en la coronación de Universidad Verde: la habitual volante se transformó en guardameta –durante los playoffs- por la lesión de Gabriela Ferreyra y fue decisiva en la final. “Es difícil suplantar a un arquera tan grande y que es la mejor de la Liga. Pero pudimos con todo el amor de las chicas, pasamos unos nervios terribles y salió bien”, describió minutos después de contener el penal que implicó la victoria ante San Martín y que derivó en la obtención del tricampeonato.
Lluvia, relámpagos y truenos le brindaron una singular caracterización a la final de la Copa de Oro del Torneo Oficial Femenino, consumada el domingo por la noche en el estadio 9 de Julio del Club Sportivo y Biblioteca Atenas. Y que se defina por penales…
Universidad Verde se consagró tricampeón, sumó su cuarto título en cinco temporadas dentro la Liga Regional y una de las particularidades del plantel consagrado estuve en la custodia de la valla. La arquera titular, Gabriela Ferreyra, sufrió un accidente y obligó a los entrenadores Guillermo Núñez y Franco Gabosi a buscarle reemplazante. Y, en ese contexto, apareció Gabriela Amarfil, habitual volante del múltiple campeón.
La jugadora de campo se “calzó los guantes” para disputar los playoffs y solo recibió tres goles en cinco partidos: el de la final ante San Martín (igualdad 1 a 1) y dos frente a Universidad Blanco (derrota 1-2), en la semifinal de ida. “Es difícil suplantar a un arquera tan grande y que es la mejor de la Liga. Pero pudimos con todo el amor de las chicas, pasamos unos nervios terribles y salió bien”, indicó la guardameta “verde” minutos después de la consagración.
Su actuación fue clave en la definición. No solo durante el 1-1 del tiempo reglamentario, donde desactivó al menos tres opciones de gol de San Martín, sino que le atajó el penal decisivo a Yamila Francescato, que implicó el triunfo 4-3 en la definición desde los doce pasos.
“Estoy muy contenta por todas las chicas y el equipo. Fueron muchos nervios, pero se pudo llegar al objetivo que era ganar el tricampeonato”, indicó visiblemente emocionada tras el triunfo por penales y, sobre el recorrido a lo largo de la temporada, describió: “Veníamos bien pero siempre fue complicado, tuvimos una derrota en semifinales (2 a 1 ante el otro elenco de Universidad, que significó perder el invicto) y fue muy duro dejar al Blanco en el camino. Pero llegamos a la final y logramos el objetivo, que era lo que más importaba”.
La lluvia incesante y la sonrisa desbordante connotaban un momento inmejorable para la “1”. Y así también lo entendió la protagonista, que concluyó: “No hay nada más especial que esto: fútbol, lluvia y salir tricampeón… no hay nada más perfecto”.
Foto: Al Toque
Redacción Al Toque