Considerado uno de los mejores marcadores de punta de River Plate y del fútbol argentino, el “Sapo” tiene autorización plena para opinar sobre todas las épocas habidas y por haber. El River de Gallardo, el del Bambino Veira, la Selección Argentina y su amado Lutgardis Riveros, por Saporiti.
El 29 de diciembre de 1954 nació en Alcira Gigena, Eduardo Omar Saporiti, uno de los mejores laterales de la historia de River Plate y del fútbol argentino.
“Sapo” pasa sus días de cuarentena en su casa junto a su compañera de toda la vida, Graciela. Su hijo Federico, que también está instalado en Alcira Gigena, le dio la posibilidad de ser abuelo hace pocos meses de Mateo. Una puerta que se abre al posible legado del puesto de lateral.
Atrás en el tiempo quedaron sus pasos por el glorioso River de los ‘70/’80, Racing de Avellaneda, la “academia” cordobesa, Centro Cultural Alberdi y como no: su estadía en Lutgardis Riveros. Aunque no ajenos a ser repasados.
“Estoy haciendo los deberes que todos piden. Me quedo en casa, utilizo el tiempo para hacer cosas como pintar y quedarme con la patrona”, relata el ex lateral.
Saporiti se “gana la vida” en el maxiquiosco que decora el frente de su casa sobre la curva de la ex Ruta Nacional Nº36, justo en la entrada sur de la localidad. Además, tiene una cancha como el patio de su hogar. “Sapo” dispone de sintéticas que alquila a los aficionados al balón y a quienes suelen pasar un buen momento con amigos. Comenta que en su diez años en su estadía en River Plate “no hizo la gran diferencia económica” y que “si hubiera jugado un añito en esta época estaba salvado”.
“Tengo cerradas totalmente las canchas desde le primer día de cuarentena. Desapareció la actividad hasta que el Gobierno lo disponga. Esta situación va a atrasar todo, pero no debemos ponernos fastidiosos, porque es para el bien de la gente. Nos queda esperar que pase el momento y ver la Argentina nueva que se vendrá”, indica Saporiti.
En 1971 el lateral derecho por naturaleza dejó su pueblo natal para pasar a Racing de Córdoba. Cinco años después el River de Ángel Labruna se cruzaría en su camino.
Saporiti llegó al “millonario” junto a Emilio Nicolás "El Nene" Comisso y a partir de 1976 hasta 1986 le tocó ganar prácticamente todo lo que se cruzó. Labruna abrió el camino en 1975 cortando una sequía de 18 años sin títulos y jugadores como Merlo, Gallego, José Luis Pavoni, Héctor López, Fillol, Pedro González, Jota Jota López, Luque, Alonso y el mismísimo “Sapo” supieron agigantar la vitrina.
El gigenense llegó como alternativa de Pablo Comelles, quien desde Talleres se había incorporado un año antes. Comenzó en el banco, pero la velocidad, marca aguerrida y proyección catapultaron rápidamente a Saporiti a adueñarse del número 4 de River.
Logró ocho títulos en 10 años. Fue parte del primer triplete “millonario” en el Metropolitano 1979, Nacional 1979 y Metropolitano 1980. Además, estuvo en las vueltas olímpicas de la Copa Libertadores e Intercontinental de 1986 bajo la conducción de Héctor Bambino Veira.
En el medio visitó Río Cuarto. Hace 36 años, un 4 de marzo de 1984, los conducidos en aquel entonces por Luis Cubilla se enfrentaron a Asociación Atlética Estudiantes por la tercera fecha del Torneo Nacional. Fue 2 a 2, con Edgardo Teglia y Eduardo Saporiti marcaron los goles “millonarios” mientras que Ariel Ramonda, por duplicado -uno de penal-, le dio la igualdad al “celeste”.
César Luis Menotti lo convocó a la Selección, pero finalmente al Mundial 82' fue el Vasco Olarticoechea.
Su paso por River terminó a fin de temporada que lo vio multicampeón al club de Núñez. Su estadía continuó en Racing de Avellaneda, donde estuvo hasta el ’88.
Un par de temporadas después, Saporiti y Lutgardis Riveros se volvieron a encontrar y allí el lateral bajó la persiana como DT.
En un ida y vuelta de preguntas y respuestas Saporiti se proyecta, va hasta al fondo y tira centros milimétricos a la cabeza.
¿River de Gallardo o River de Veira (’86)?
Me quedo con el River del Bambino Veira, porque ganó todo y fue campeón del mundo.
¿Selección Argentina 1978 0 1986?
La Selección más agresiva y de mejor nivel fue la del ’78, a pesar de que en el ’86 jugó el mejor de la historia (Maradona), me parece que el de Menotti fue mejor equipo.
¿Maradona o Messi?
Yo soy maradoneano. Messi es un bate récords, pero me quedo con Maradona. En las encuestas puede ganar Messi, porque hay una gran generación que no lo vio a Diego, pero para mí fue el mejor, es único. Igual, si lo analizás más fino pienso que los dos pueden haber jugado juntos, incluso hasta con Cristiano Ronaldo. Maradona se tiraba más atrás y los otros dos son punteros por las bandas. Lo miro por ese lado y no por comparaciones.
¿Qué le pasó a River en el último campeonato que le arrebató Boca?
Se quedó sin nafta. Me daba la sensación que se desinflaba de a poco y le faltó gol en el final, siempre convertían los mismos, si no era Suárez era Borré y pará de contar. Un poco de juego en la definición también le faltó. A Defensa y Justicia de local es imposible no ganarle, tenés que crear y convertirle más de una vez. Esa fue la diferencia con Boca, ellos encontraron el juego en el final y cada partido que jugaron lo ganaron por goleada.
¿Qué significa Lutgardis Riveros en su vida?
Siempre se portó muy bien conmigo. Nunca le cortó las piernas a nadie. A mí me recuperaron de Alberdi, me llevaron a Racing de Córdoba y de ahí pasé a River por una prueba. Tuve la oportunidad de volver a Gigena cuando Riveros no estaba bien deportivamente y ayudé, también fui técnico y ahora veo a mi hijo. Soy un agradecido de por vida.
¿Y que el estadio lleve su nombre?
Si hay algo bueno que han hecho los dirigentes, y que deben hacer todos, es ponerle mi nombre al estadio de Riveros. El homenaje se hace en vida. Cuando escucho la propaganda en la radio o los comentarios de un partido y escucho mi nombre me llena de orgullo. Lo veo bien, y si me tienen que poner el nombre de una calle que también la pongan, lo voy a disfrutar.
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Gráfico Al Toque
Redacción Al Toque