Desde Italia, el ex jugador de la “lechuza” habló con motivo del 66° aniversario del club. El forward se refirió a su experiencia, el vínculo que mantiene y lo que marcó en su carrera. Además, contó cómo se vive actualmente la pandemia desde el epicentro europeo.
Pocas sensaciones son tan fuertes como las del vínculo con un club. Desde cualquier deporte, como jugador o hincha, el sentido de arraigo queda marcado en el corazón de cualquiera. En Uru Cure, el sentimiento no es para nada menor.
Con motivo del cumpleaños n° 66 de la “lechuza”, Al Toque Deportes dialogó con Lautaro Casado, ex jugador del club surgido de las entrañas de Soles del Oeste. Subió a Primera en 2012, pero una lesión postergó su participación más frecuente en el equipo por un año. Desde 2013, hasta su partida en 2018, Casado se convirtió en uno de los máximos referentes del plantel.
- ¿Qué rescata y extraña de Uru Cure?
- Hace casi dos años que no estoy más en el club y siento como que fue ayer todo lo que vivimos, quizás porque se dio en poco tiempo. Parece una eternidad, pero fueron apenas cinco años. En 2013 agarré ritmo y no paré hasta que me fui. Fueron muchísimas cosas, torneos, campeonatos ganados, parece que pasé una vida entera en ese lapso. Todavía me siento jugador del club, es muy difícil desligarme de todo eso. Todo lo que hoy soy como persona y jugador se lo debo mayormente a Uru Cure, me crió y envolvió desde los 14 años.
- ¿Le hubiese gustado participar del título en el Torneo de Córdoba 2019?
- ¡Claro que sí! Esa es una pregunta que hasta me hago con mis amigos. Fue la gran deuda que me quedó como jugador amateur, pero lo disfruté muchísimo como hincha. Tenía vacaciones en Italia y me volví a Argentina, justo para agarrar esos partidos. Tenía aspiración de ver dos o tres juegos, el equipo clasificó a la final y me quedé para ver el campeonato. Fue una locura. Obviamente me hubiese encantado salir campeón de Córdoba. De todas maneras, viví muchas cosas en el club: el Nacional de Clubes, los Torneos del Interior, varios momentos lindos.
- ¿Le gustaría volver en el futuro?
- Esa es la otra pregunta que siempre me hago. Obviamente estoy bien con el nivel de vida que tengo acá, pero si me vuelvo a Argentina es básicamente por lo que me tira Uru. Volvería a jugar, no pienso por ahora volver como entrenador o dirigente. La verdad que sería un sueño, me quedan ganas siempre de disfrutar, porque son los últimos años de la camada histórica que subió y marcó el camino. Hoy mi realidad es otra, voy día a día, pero pensando en largo plazo me encantaría.
- ¿Existe el sentido de pertenencia “lechuza”?
- Sí, por supuesto. Es lo que mueve al rugby en general en toda Argentina. En mi caso fui un pibe que entró a los 14 años porque un amigo le dijo de ir a jugar al club y se quedó. Es como mi segunda casa. Hubo cinco o seis veranos en los que estuve metido ahí todo el tiempo, con entrenamiento, pileta, amigos. Todo lo que hace un adolescente lo viví dentro de Uru. Se agradece todos los días. Tenés que jugar y vivirlo para entender lo que se siente ser parte de la familia “lechuza”.
Rugby a la italiana
Casado partió hacia el país itálico a fines de 2018 para unirse al Cavalieri Unión Rugby de la localidad de Prato, que militaba en la Segunda División. Ya asentado en Europa, al forward le surgió la posibilidad de subir un escalón. Allí pasó al Viadana Rugby Club, su actual equipo, que participa de la máxima categoría del rugby italiano, conocida como Top 12.
- ¿En qué momento deportivo personal y del equipo lo encuentra el parate?
- En lo personal me estaba sintiendo muy bien, tengo un rol importante en el equipo que me dio el entrenador, ser el líder de los forwards. Me estaba sintiendo muy bien en cuanto a nivel y con confianza dentro de la cancha. El nivel de la categoría es bastante parejo, lindo y por suerte muy profesional. Estamos en mitad de tabla pero creciendo. Es un torneo duro donde hay dos equipos que se han cortado. Habíamos logrado ganarles a los cuatro primeros, estábamos teniendo resultados que nos gustaban a nosotros y a los hinchas. Justo antes del parate, le habíamos ganado al equipo que está segundo y es uno de los mejores de Italia.
- ¿Qué diferencias hay entre los dos clubes por los que pasaste en Italia?
- Cuando me voy de Uru y vengo a Italia me habían hablado de un nivel tranquilo. Lo tomé más como una experiencia de vida que otra cosa. Una vez asentado en Europa y viendo cómo se vive, me dije que a cualquier oportunidad nueva que salga no la iba a pensar mucho. Hay mucha diferencia entre primera y las otras categorías. En Viadana las instalaciones son las mejores, desde piletas de recuperación olímpicas hasta salas para videoconferencias. Hice un salto de calidad y deportivo increíble, y estoy muy contento. Ojalá que siga por el mismo camino después de todo esto.
Desde el epicentro de la pandemia
Actualmente Casado vive en la localidad de Viadana, homónima al club donde juega. Es una ciudad de 20.000 habitantes ubicada en la región de Lombardía, considerado el foco central de la propagación del coronavirus en el país y Europa. El rugbier vive con su pareja en un condominio que tiene un parque donde puede correr y entrenar con los ejercicios que su preparador físico le envía.
“Por suerte con mi pareja estamos bien, no nos falta nada. Se hace un poco fastidioso el encierro, porque hace 29 días que estamos en cuarentena”, relató Casado y agregó que no puede arriesgarse a salir al exterior porque es asmático, por lo que se considera un factor de riesgo.
Con respecto a cómo lo vive la comunidad en la ciudad, el ex hombre “lechuza” afirmó que “está bastante complicado el panorama en la región, porque es la más golpeada. De los números que se ven en televisión, aproximadamente el 60% son acá en Lombardía. La gente está asustada”.
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Fotos: Al Toque Archivo / Viadana Rugby Club
Redacción Al Toque