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Literatura - Deportes

26-03-2020

Un agujero en la tierra

*Por Agustín Hurtado

Decimosegunda entre de las historias y pensamientos de Mardones: el sueño americano.

“En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio,
repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco,
desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad.”, repasó Mardones en voz alta, al releer "El Hobbit", una de las obras más importantes de la literatura fantástica. Mientras repasaba la novela de John Ronald Reuel Tolkien, la idea del "agujero en la tierra" generó, vía asociación libre, que se acordara de un deporte, en el que los hoyos en el suelo son de vital importancia: el golf.

 

Mardones, que había tomado el libro de Tolkien en su biblioteca (ordenada por género y alfabéticamente), lo dejó sobre la mesa y se sumergió de lleno en la historia y el reglamento del golf, un deporte británico, pero no inglés. Si bien hay antecedentes del juego en la edad media (periodo que le dio muchos elementos a la Tierra Media que creó el autor sudafricano), el origen de la disciplina que se practica actualmente es escocés. Fueron los hombres de los bosques de pinos, al norte de Inglaterra, los que reglamentaron la disciplina.

 

A principios del siglo XVI, el rey Jacobo IV de Escocia admitió el juego del golf. Su nieta María, más adelante María Estuardo, practicó el juego en Francia, donde fue educada. También en Inglaterra el juego se hizo muy popular por la atención que le prestó la monarquía antes de la guerra civil. Las primeras asociaciones de golf fueron creadas en el siglo XVIII.

 

Una de las cosas que más le llamó la atención a Mardones es que los golfistas tienen muchas cosas de los hobbits de Tolkien. En primer lugar les encanta caminar. Pasan horas y horas recorriendo a pie en el verde césped. Además, disfrutan mucho del aire libre, los bosques, los lagos y los ríos. Finalmente, tienen una alta estima de la honestidad, ya que es necesaria para aceptar los resultados. Es que en el golf, hacer trampa con el número de golpes que se realizaron para completar la vuelta, es un agravio máximo.

 

La clave para ganar en el golf es realizar el recorrido de 18 hoyos que tiene una cancha en la menor cantidad de golpes posibles. Eso que parece simple y sencillo tiene sus rebusques. Primeramente, a la hora de entender los tanteadores hay que considerar lo que se denomina el par de la cancha. Es decir, cual es el promedio de golpes que se necesita para completar la vuelta (18 hoyos). Ese par se saca teniendo en cuenta cuestiones como la distancia entre las estaciones y la cantidad de bancos de arena y agua (trampas) que tiene la cancha.

 

El porqué de los 18 hoyos como medida base para las canchas de golf tiene su origen en otra característica que relacionaba a los antiguos jugadores, con los hobbits de Tolkien: su gusto por la buena bebida. Según una leyenda que suena bastante probable, esto se debe a que en sus inicios los escoceses bebían un trago de whisky después de finalizar cada hoyo. La medida del trago era exactamente el tamaño de la tapa de la "petaca" y para vaciarla en su totalidad necesitaban beber unos 18 tapones. Es decir, que el juego debía durar lo mismo que un envase de ese brebaje espirituoso.  

Otro elemento para tener en cuenta es el handicap. Este se estableció en 1911 para permitir que los golfistas con diferentes habilidades jueguen juntos de una manera relativamente equitativa. Es la valoración del nivel de juego de un jugador de golf amateur. Hace referencia al número de golpes, generalmente por encima, que un jugador amateur realiza en un recorrido, respecto al “par del campo” o número de impactos estipulados. El sistema concede a cada jugador un número de golpes a descontar del número total de golpes realizado.

 

Así, un jugador que habitualmente realiza en torneos vueltas de unos 76 golpes y que posee un hándicap 5, puede jugar con un principiante de hándicap 36, que habitualmente juega el campo en unos 110 golpes. Al final del recorrido descontarían del resultado total (bruto), su hándicap correspondiente.

En este caso el jugador con hándicap 36 se descontaría 36 golpes y el jugador con hándicap 5 se descontaría 5 golpes. Una vez aplicado el descuento de golpes (resultado neto), el ganador es el que haya obtenido un resultado más bajo.

 

La frase del golf que más ha pegado, atravesando las distintas capas sociales y llegando también a los que no juegan, es la de "hoyo en uno". Muchos la utilizan sin saber bien que quiere decir. En realidad, el significado es muy simple, quiere decir que el jugador completa un hoyo en un solo golpe. De allí se desprenden distintos términos como birdie (hacer un golpe menos que el par del hoyo) o eagle (dos impactos menos que el par).

 

Amantes de la naturaleza como son los golfistas, los nombres de estas situaciones tienen que ver con animales, más precisamente con aves. Según se cuenta fue acuñado en 1899, en el Atlantic City Country Club Northfield (New Jersey). George Crump, William Poultney Smith y su hermano Ab Smith, estaban jugando juntos cuando el primero de ellos realizó su segundo impacto, que golpeó a un pájaro en pleno vuelo y la bola fue a parar a escasos centímetros del hoyo. Este hecho hizo que los presentes, con la habitual imaginación humana,  exclamaran que ese resultado de tres golpes en un par cuatro se debieron a un “birdie” (deformación de la palabra bird, que quiere decir ave). En poco tiempo, todos los miembros del club comenzaron a utilizar el término y rápidamente la expresión se extendió siendo usada por todos los golfistas estadounidenses. A partir de allí, cada una de estas situaciones.

Entre tanto verde y naturaleza, Mardones fue interrumpido por la llegada de Mía, que vio el libro del Hobbit sobre la mesa, le hizo una propuesta que no pudo rechazar. "Querés que hagamos maratón de las películas del Señor de Los Anillos, dijo su novia y Manuel Ernesto no dudó ni un minuto en tirar los palos y las pelotitas de golf al diablo, se puso a hacer café y se preparó para hundirse de lleno en la comarca, más precisamente en un agujero en la tierra.  

 

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Anteriores entregas

I - Las tribulaciones de Mardones

II - Mundo ovalado

III - Boxeando con Cortázar

IV - Morder el polvo

V - Filípides lo puso de moda

VI - Escribir sus propias reglas

VII - Una chantada

VIII - El deporte nacional

IX - Football o fútbol

X - Juegos y juguetes

XI - El Sueño Americano

 

*Periodista